Por primera vez en la historia de la Argentina, en 2024 se consumió más pollo que carne vacuna: 49,3 kilos por habitante promedio de productos avícolas, contra 48,5 de alimentos bovinos. El desplome del consumo tiene que ver con el ajuste económico liderado desde el gobierno y la apertura a las exportaciones, que incrementó los precios de la carne.
El dato surge del cruce de datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud y la Bolsa de Comercio de Rosario. Igual, pese al desplome, la Argentina reafirmó su posición del país con mayor participación de proteína vacuna per cápita a nivel global.
De este relevamiento se desprende que por primera vez desde que existe registro, el año pasado se habría consumido más carne de pollo que de vaca.
Desde el sector empresarial de la carne vienen advirtiendo desde hace tiempo que el consumo de cortes vacunos está tocando los niveles mínimos históricos.