Durante el verano existe mayor exposición al sol y a altas temperaturas, por lo que es importante contar con la información necesaria para cuidar de tu salud y prevenir golpes de calor:
– No te expongas al sol entre las 10 y las 16 horas.
– Evitá completamente la exposición al sol de menores de 1 año.
– Utilizá protección solar con factor mayor a 50. Colocalo al menos 30 minutos antes de la exposición al sol y renová su aplicación cada 2 o 3 horas, luego de meterte al agua o en caso de haber transpirado. No usar en menores de 6 meses.
– Usá gorra o visera y ropa fresca, liviana y de colores claros.
– No realices actividad física intensa, sobre todo en las horas de más calor.
– En tu casa, evitá el ingreso de sol directo y ventilá durante las primeras horas de la mañana y al atardecer, cuando las temperaturas son más bajas.
El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el aumento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad.
Ante la aparición de:
– Temperatura del cuerpo mayor a 39°.
– Sed intensa o sequedad en la boca.
– Sensación de calor sofocante o piel roja y seca.
– Disminución de la producción de orina.
– Náuseas, vómitos o falta de apetito.
– Cansancio extremo, confusión, dolor de cabeza, mareos o desmayos y convulsiones.
Trasladate a la sombra e intentá refrescarte, mojando la ropa y bebiendo agua fresca, y consultá con el equipo de salud.