El norte y parte del centro de la provincia de Buenos Aires enfrenta una de las sequías más severas de los últimos años. Casi el 100% de los cultivos de maíz se encuentra en condiciones críticas, con rendimientos desplomándose hasta un 70%. En ese marco, los productores continúan instando a la eliminación de las retenciones.
En localidades del norte los rendimientos del maíz han caído entre un 30% y un 70%, con plantas que apenas logran alcanzar los 50 quintales por hectárea (qq/ha). Mientras que en el noroeste bonaerense, municipios como General Pinto y Junín también registran un desplome en la productividad.
En LAS FLORES, dialogamos con productores ganaderos a los que les preocupa sobremanera la falta de agua y la ola de calor, lo que se traduce en complicaciones para el mantenimiento y la atención de los animales.
La gravedad de la sequía no solo afecta a los cultivos de maíz y soja, sino que también repercute en el bienestar de las comunidades rurales y en la economía de la provincia. Muchos productores ya anticipan pérdidas económicas significativas que podrían generar endeudamiento y dificultar la inversión en las próximas temporadas. Además, la disminución en la productividad afecta la disponibilidad de materia prima para la industria agroalimentaria, generando un impacto en cadena en toda la región.