En medio de la situación actual que atravesamos en lo económico, los gobiernos municipales no son ajenos al contexto. El estado provincial al no recibir aportes nacionales, tampoco podrá reflejarlo en los municipios, que tendrán que resolver de alguna forma los gastos y necesidades para su funcionamiento. El contador Pablo García Romero, hasta hace pocos meses secretario de economía y finanzas municipal, opinó sobre este tema en el programa “Voces de la ciudad” con Flavio Pérez.
“La situación la veo complicada. En el caso de nuestro municipio tiene una independencia económica del 30%, lo que significa que de todo el gasto que tiene, solo ese porcentaje afronta con recursos propios y el 70% lo hace con recursos que recibe de la provincia”, explicó. Es decir que en nuestra ciudad, la dependencia es alta. Además desde noviembre del 2023 a abril 2024 el aumento de la coparticipación fue del 75% aproximadamente, mientras que la inflación en ese período fue del 120%. “Lo que indica una pérdida de recursos muy importantes respecto a la inflación, que se ve en el gasto del municipio, como el pago de combustible, los insumos, y la necesidad de tener los sueldos lo más emparejado posible a la evolución de esa inflación”.
Entre los gastos también el aumento en el consumo eléctrico el municipio se verá afectado, donde seguramente –manifestó el contador- estarán viendo desde el ejecutivo como hacer más eficiente el gasto en este aspecto, pero sin duda que repercute mucho. “Es un tema que hay que ver día a día, es muy difícil estar en lugares de decisión tanto en el municipio como en la cooperativa”, expresó.
También se le consultó sobre posibles alternativas a las que podría acceder el gobierno municipal para mitigar y ayudar a cubrir los recursos faltantes en caso que así lo necesitara. “Existe la posibilidad de tomar crédito –como se ha hecho para la compra de maquinarias por ejemplo- pero cuando es para gastos corrientes como los sueldos, es plata que no se recupera. El equilibrio de las cuentas es clave para no caer en una bola de nieve que después genera además un déficit financiero por un préstamo”, explicó Garcia Romero.
En conclusión y como reflexión, el contador expresó que estas circunstancias le recuerdan a los inicios de la década del `90. “El panorama es bastante desolador, ojala me equivoque, pero los precios se desaceleran porque no hay consumo, y es a costa de la gente que se queda sin trabajo. Hay mucha gente que queda afuera”.