En la previa a la movilización de la semana próxima convocada en defensa de la educación y del sistema universitario público argentino, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, recibió a rectores de las instituciones públicas y referentes del sistema científico tecnológico. Entre los participantes estuvo la máxima autoridad de la UNICEN, Marcelo Aba, que además fue uno de los oradores.
Nuestro portal rescata declaraciones de dicho rector ya que la UNICEN alberga a muchos estudiantes de Las Flores ya sea en Tandil como en Azul y Olavarria.
En su presentación, el rector reconoció que «estamos funcionando como podemos, redistribuyendo fondos, tratando de hacer las cosas con menos plata y en el mediano plazo empezaremos a sentir las consecuencias de aquello que no estamos haciendo con la misma intensidad que si hubiésemos tenido los fondos».
Asimismo, presentó las dificultades que atraviesa la Universidad, destacó aquellas acciones con las que articulan con la Provincia ya que siempre cuentan con el apoyo del gobernador Kicillof y se sumó la convocatoria a la marcha federal del martes 23 por la educación pública.
El encuentro se llevó adelante en el Salón Dorado de la Gobernación. Se dieron cita las autoridades de las 27 casas de altos estudios que funcionan en la provincia y a las que asisten 760 mil estudiantes. Participaron la vicegobernadora Verónica Magario; los ministros de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa; de Gobierno, Carlos Bianco; de Infraestructura y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis; y de Salud, Nicolás Kreplak; el director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni; la presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout; y el presidente de la Comisión de Investigaciones Cientificas, Roberto Salvarezza.
También estuvieron presentes los subsecretarios de Educación, Pablo Urquiza; y de Ciencia, Tecnologia e Innovación, Federico Agüero; el director del Programa Puentes, Juan Brardinelli; y el director Ejecutivo del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico, Alejandro Villar.
Los ejes de la exposición
En su presentación, el rector de la Unicen Marcelo Aba retomó el planteo vinculado a la gravedad y al estado de emergencia económica a partir de la desactualización presupuestaria impuesta por el gobierno de Milei que impide el normal desarrollo de las actividades, en una realidad que es común al resto de las instituciones educativas del país.
En principio, en una exposición que se extendió por poco más de siete minutos, enfocó sus palabras en mostrar que se trata de una «cuestión conceptual» lo que se debate: «Nosotros creemos que la educación es un derecho y el Estado tiene la obligación de financiarlo», sentenció.
Aba aclaró que el posicionamiento surge de una Universidad de «mediano tamaño», con alrededor de 20 mil estudiantes, ubicada en el centro de la provincia de Buenos Aires, con una característica regional y cuatro sedes, «lo que le da cierta complejidad a su dinámica cotidiana», pero que cree tener un «muy buen equilibrio entre la docencia, investigación, desarrollo y la vinculación con el medio».
Estado de emergencia
Luego de la observación, Aba retomó el planteo vinculado a las dificultades para desarrollo de todas las acciones que lleva adelante la UNICEN producto de los límites presupuestarios. «Los diálogos con el territorio y sostener la docencia se nos está complicando, ni hablar de la investigación que podemos llevar adelante», alertó ante los representantes del Gobierno provincial.
A más precisiones, indicó que los gastos de funcionamiento resultan «absolutamente insuficientes».
Con una inflación de «mínimamente 250 por ciento», la Universidad debe funcionar con los mismos recursos que el año pasado, con la salvedad que el Estado nacional comprometió el envio de partidas en un 70 por ciento.
El resto «lo estamos tratando de reponer y de ir supliendo de alguna manera», circunstancia que los ubica en un dilema. En esa línea, se refirió al esfuerzo «muy grande» que realiza la casa de altos estudios, generando modificaciones en el destino de los fondos, en las actividades previstas, para afrontar, por ejemplo, el pago de una factura de luz.
En el caso de la Unicen, de enero a febrero la boleta pasó de 6 a 18 millones de pesos. «Sin un centavo de incremento en lo que representa el presupuesto que recibimos para el funcionamiento de esos dos meses. Allí hay un ejemplo de lo que esta ocurriendo». graficó el Rector.
Todo este contexto, obliga a la administración de la Unicen a hacer una «reingeniería o resignar «alguna obra o reparación que teníamos prevista» para seguir cumpliendo la función.
Al volver sobre el dilema, Aba observó que, en función de esta situación, para una parte de la sociedad lo que queda es que «al final está todo bien, que se podía funcionar porque la luz está prendida, los docentes están dando clases».
A partir de este punto, el rector demandó claridad para poder transmitir el estado de situación que atraviesan las instituciones educativas nacionales y explicar «que estemos funcionando no quiere decir ni por aproximación que estemos bien».
El mayor impacto
Entre los aspectos que más impactan en la estructura Aba citó la cuestión salarial, la paralización de las obras y el freno para el avance de la ciencia y tecnología.
El rector admitió que la Unicen tenia en marcha varios proyectos de infraestructura con recursos nacionales, que se cortaron «de manera abrupta y hoy nos deja teniendo que salir a buscar espacios para reemplazar las obras que no se están ejecutando».
En tanto, planteó que «buena parte de la ciencia y la tecnología en el país se desarrolla en el ámbito universitario, aun cuando no se financie desde la Universidad».
Defendió el enfoque y el respaldo mutuo, que llevó a «construir una simbiosis» entre la universidad y la ciencia y tecnología, Y hoy, «los dos estamos recibiendo los embates de un presupuesto que no alcanza de ninguna manera».
Tras realizar un recorte del estado de gravedad actual, agregó como elemento que lo «más inmediato será con la llegada de los estudiantes, un proceso en el que «se invirtió para que cada día más alumnos lleguen a la universidad. Hoy empezamos a recorrer el camino inverso porque las becas que otorga la universidad se ven limitadas por la cuestión presupuestaria».
Fuente: El Eco y periodistas acreditados en Gobierno