La Comisión de Familiares y Amigos de Víctimas del Terrorismo de Estado homenajeó, como cada año, a los jóvenes florenses detenidos y desaparecidos por la Dictadura Militar hace exactamente 40 años.
En una lucha incansable por la persistencia de la Memoria, la búsqueda de la Verdad y la acción efectiva de la Justicia, quienes recuerdan a sus allegados, cuyas vidas fueron arrebatadas por el hecho militante de reclamar una Argentinas más libre y justa, los recordaron en el Monolito ubicado en el corazón de la Plaza Mitre de nuestra ciudad.
Entre las aproximadamente 70 personas que dijeron presentes – por cierto muchas menos que en años anteriores – estuvieron el Intendente Municipal Ramón Canosa; otros funcionarios del Ejecutivo como el Secretario Privado, José Dähn; el Secretario de Gobierno, Dr. Pedro Elgue; el Secretario de Desarrollo Social, Federico Alejandro; el Secretario de Prensa, Guillermo Pénico; también el Presidente del Concejo Deliberante, José Garrido; Concejales del Frente Para la Victoria; autoridades institucionales; representantes de agrupaciones políticas, vecinos que no quisieron dejar de este otro 24 de marzo acompañando a los que desde hace 4 décadas buscan saber algo de sus familiares y amigos. Llamó bastante la atención además la ausencia de ex funcionarios municipales.
Con el dolor que significa recordar estas fechas tan particulares y con la emoción de saber que siempre está acompañado por gran cantidad de personas, Carlos Labolita, Papá del recordado Carlitos, dirigió unas sentidas palabras durante el acto.
Antes de finalizar, María Inés, hermana del mismo Carlitos, en representación de su Esposa Gladis D’alessandro y todos los que forman parte de la Comisión, leyó las adhesiones a esta conmemoración e invitó a los presentes a ser parte de las actividades que se desarrollaron seguidamente en el Espacio de la Memoria ubicado en la Ex Brigada de Investigaciones de nuestra ciudad y a compartir una muestra y obra de teatro como homenaje al “Gringo” Gradaschi, a los desaparecidos florenses y a los otros tantos 30 mil que dejaron sus vidas por la patria.
Previo a retirarse de la Plaza, y en lugar del abrazo que no les pudieron dar, los familiares y amigos colocaron ofrendas florales a los pies del Monolito.
