Es sabido que en los momentos mas difíciles es cuando uno se da cuenta con quienes contar y además descubre personas que van mas allá de la amistad, la relación laboral o la tarea profesional.
Como muchos saben, hace pocos días tuve un episodio importante de descompensación en mi salud y muchas veces esas situaciones no avisan, apenas uno tiene tiempo de hacerlo saber esté donde esté, y así fue literalmente el momento que me tocó vivir. Alcanzar a llegar a un negocio fue el primer paso para que se aceleraran los tiempos y las rápidas acciones dieran buenos frutos. Ahí empiezan los agradecimientos a quienes no dudaron ni un segundo en actuar, tal el caso de Eugenia Iacomini quien se comunicó rápidamente con mi familia y me acercó al primer centro asistencial (Instituto del Diagnóstico) donde me atienden las doctoras Laura Riccio y Gisela Caviglia, de ahí rápidamente el traslado al Hospital en ambulancia del SAME con Hugo Diaz como chofer y al llegar ya me aguardaban el Dr. Adrián Sandoval y todo el personal profesional a su cargo quienes con muchísima celeridad practicaron todo lo necesario para lograr estabilizarme y conseguir el rápido traslado a Capital.
Minutos después ya estaba en camino, en la unidad de terapia intensiva móvil conducida por Fabián Herrera y acompañado por Marcos Basoalto y la Doctora Enriqueta Serafini que fueron los encargados de dejarme en “muy buenas manos” ya en la Clínica “Nuestra Señora del Pilar” donde mi recuperación fue muy rápida debido a las EXCELENTES primeras atenciones recibidas en nuestro querido Hospital.
Hoy, encontrándome muy bien y en franca mejoría, no puedo ni debo ni quiero pasar por alto el AGRADECIMIENTO ENORME a todos los profesionales y amigos que mencioné y que permitieron que “se las esté contando”.
En ese GRACIAS GIGANTE quiero involucrar a mi familia, a todos los amigos y conocidos que se preocuparon por mi, al Intendente Gelené y al Profesor Fabián Blanstein que estuvieron a disposición todo el tiempo comunicándose conmigo y con mi familia; a la dirección de la radio y todos mis compañeros de trabajo que estuvieron y están muy cerca.
Volveré al aire de la radio, volverán a escuchar mi voz, el deporte y los juegos de azar me están esperando… y ante tantas muestras de afecto, me he dado cuenta que ustedes también.
GRACIAS – GRACIAS – GRACIAS
José Orlando Camigliere – CACHO –